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miércoles, 27 de febrero de 2013

Lakhdar Brahimi, un hombre al servicio de la paz

Lakhdar Brahimi es un diplomático argelino, conocido en la actualidad por su papel de mediador de las Naciones Unidas en el conflicto de Siria. Pero su contribución al servicio de la paz viene de lejos. Entre otros, participa en el grupo de líderes The Elders, que trabajan por la paz mundial. Es miembro de la Comisión para el Empoderamiento Jurídico de los Pobres, que se encarga de luchar contra la pobreza y la marginación. También participa en la Fundación para el Liderazgo Global, que trabaja a favor de los buenos gobiernos en el mundo. Pero su contribución más destacada al servicio de las misiones de paz se puede considerar la participación en 2001, en el Grupo sobre las Operaciones de Paz de Naciones Unidas, de un informe sobre la reforma de las actividades de mantenimiento de la paz. Ese informe pasó a llamarse comúnmente como Informe Brahimi, en su honor. Entre otras recomendaciones, el informe aconseja dotar a las misiones de contingentes más numerosos, reglas de enfrentamiento que permitan el uso de la fuerza contra quienes saboteen los acuerdos de paz y mandatos más claros. A partir de entonces, las operaciones de paz de las Naciones Unidas se guían por estos preceptos, como en los casos de Haití, con la MINUSTAH (United Nations Stabilization Mission in Haiti ) o el Líbano, con la UNIFIL, la (United Nations Interim Force in Lebanon). En estos casos, las fuerzas de la ONU tienen la autorización para hacer uso de la fuerza tanto en defensa propia, como para defender el mandato. Lo cual, unido a la mayor dotación de personal, contribuye al éxito de estas misiones.


domingo, 17 de febrero de 2013

Primera generación de misiones de paz

Fuente: Timeslive
La primera generación de misiones de paz corresponde al largo periodo comprendido entre 1948 y 1989, cuando el mundo está inmerso en la Guerra Fría y la tensión entre los bloques occidental y soviético impide que las Naciones Unidas puedan desplegar todas misiones de paz en todos los conflictos que surgen. 
Las misiones de esta época tienen estas características básicas. 1.- Son operaciones autorizadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por lo que existe consenso entre ambos bloques para dicho despliegue. 2.- Están solicitadas o permitidas por ambas partes en conflicto. 3.- Median en un conflicto entre naciones soberanas. 4.- Las fuerzas desplegadas están dirigidas directamente por las Naciones Unidas y los soldados actúan en nombre de esta organización. Son los conocidos cascos azules, por el característico color de su prenda de cabeza. 5.- El uso de la fuerza queda restringido a la legítima defensa. 6.- Las fuerzas desplegadas son básicamente militares, procedentes de países que ceden sus soldados a la ONU. 7.- Las funciones básicas de estas fuerzas son observación del tratado de paz y separación de contendientes. 
Algunas misiones típicas de esta época son las siguientes: UNTSO (United Nations Truca Supervisions Operation), UNIFIL (United Nations Interim Force in Libanon) o UNEF (United Nations Emergency Forces) entre Israel y sus vecinos árabes, UNMOGIP (United Nations Military Observer Group India Pakistan) o UNIPOM (United Nations India Pakistan Observer Misión) entre la India y Pakistán o 
UNFICIP (United Nations Force in Cyprus) entre los Ejércitos greco y turcochipriotas

Más información: www.ceseden.es

miércoles, 13 de febrero de 2013

El general Stanley McChystal



El general Stanley A. McChrystal, del Ejército de Estados Unidos (U.S. Army), fue el comandante en jefe de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF, por sus siglas en inglés), entre los años 2009 y 2010. Se caracterizó por imprimir un giro estratégico a la misión, siguiendo la línea de su superior, el general Petraeus, en Irak. La nueva estrategia sustituía el concepto de guerra contraterrorista por el de lucha contrainsurgente, y consistía en ganarse a la población local para eliminar la influencia de la insurgencia. Para ello se requería un mayor contacto entre tropas y población, lo que también conllevaba mayor riesgo de ataques. Además se puso en marcha la formación de unidades militares y policiales afganos, con la finalidad de que sean ellos quienes se hacen cargo de su seguridad. También se desarrolló un programa de pequeñas obras en las poblaciones, que beneficiaban de forma inmediata en sus gentes. Su estrategia comenzó pronto a dar buenos resultados, al disminuir los ataques, aumentar la seguridad y la cooperación entre la población y las tropas de la coalición y a incrementar el desarrollo de las ciudades.